El deporte puede tener tanto efectos positivos como negativos en las relaciones sexuales, dependiendo de varios factores.
Por un lado, el deporte puede mejorar la salud cardiovascular y aumentar la resistencia física, lo que puede traducirse en una mayor resistencia sexual y una mayor capacidad para realizar diferentes posiciones sexuales. Además, la actividad física regular puede mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés, lo que puede mejorar la libido y la calidad de las relaciones sexuales.
Por otro lado, el deporte excesivo puede llevar a la fatiga y al cansancio extremo, lo que puede disminuir el deseo sexual y el rendimiento en la cama. Además, algunos deportes pueden provocar lesiones y dolor muscular que pueden interferir con la actividad sexual y hacerla menos placentera.
En resumen, el deporte puede tener tanto efectos positivos como negativos en las relaciones sexuales, por lo que es importante encontrar un equilibrio adecuado entre la actividad física y la vida sexual. Es importante escuchar al cuerpo y encontrar un equilibrio entre el deporte y el tiempo de recuperación, así como mantener una comunicación abierta y honesta con la pareja para asegurar una vida sexual satisfactoria.