El momento del día en que se entrena puede tener un impacto en las hormonas que regulan el crecimiento muscular y la recuperación. En general, se cree que los niveles de hormonas como la testosterona y el cortisol son más altos en la mañana y disminuyen durante el día. Por lo tanto, algunos expertos sugieren que el mejor momento para entrenar y maximizar los beneficios hormonales es por la mañana, aunque otros estudios han arrojado resultados contradictorios.
Aquí hay algunos puntos a considerar sobre cómo las hormonas pueden afectar el mejor momento para entrenar:
Testosterona: la testosterona es una hormona anabólica que ayuda en el crecimiento muscular y la recuperación. Los niveles de testosterona son generalmente más altos por la mañana, por lo que algunos expertos sugieren que el entrenamiento temprano puede ayudar a maximizar los beneficios de la testosterona.
Cortisol: el cortisol es una hormona catabólica que se libera en respuesta al estrés. Los niveles de cortisol tienden a ser más altos durante el día y disminuyen por la noche. Demasiado cortisol puede ser perjudicial para el crecimiento muscular y la recuperación, por lo que algunos expertos sugieren que el entrenamiento nocturno puede ser menos efectivo.
Ritmo circadiano: el ritmo circadiano es un reloj biológico que controla los procesos corporales en función de la hora del día. El ritmo circadiano puede afectar la producción de hormonas y la respuesta del cuerpo al entrenamiento. Por lo tanto, es importante considerar el ritmo circadiano individual al decidir el mejor momento para entrenar.
En conclusión, aunque la investigación sugiere que los niveles de testosterona son más altos por la mañana, el mejor momento para entrenar puede depender de varios factores individuales, como el horario personal y la preferencia personal. Lo más importante es encontrar un horario que permita mantener una rutina constante y motivadora de entrenamiento para lograr los objetivos de fitness.
